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EFE-MIAMI
El ojo del huracán «Rita» se aproxima con vientos que superan los 200 kilómetros por hora a la frontera entre Texas y Luisiana, en el sur de EEUU, ante el estado de alerta máxima de la población del sur del país, en situación de evacuación masiva desde hace días.

El ciclón desembarcará hoy en la mañana en algún lugar de la costa del noreste de Texas y suroeste de Luisiana transformado en un huracán de fuerza 3, y debilitándose lentamente. «Han bajado aún más los vientos y puede llegar un poco más debilitado, es decir vientos de entre 179 y 209 kilómetros por hora, dijo a EFE Francisco Isidro, meteorólogo del Centro de Huracanes (CNH) de EEUU, con sede en Miami.

Sin embargo, el ciclón, que ha obligado ya al cierre de 14 refinerías, provocó ayer al menos 20 muertes, al incendiarse un autobús de refugiados que, junto a otro millón de personas, huían de la costa texana ante el avance inexorable del huracán. En el bus viajaban 43 residentes de un hogar de ancianos cercano a la ciudad de Houston, y la mitad de ellos logró salvarse. La huida de pobladores desde el sur de Texas provocó monstruosos embotellamientos, entorpecidos aun más por los coches que fueron abandonados al quedarse sin gasolina, así como por el incendio y las explosiones del autobús, que provocó una cola de vehículos de más de 30 kilómetros.

En Nueva Orleans, las lluvias causadas por el huracán han desbordado uno de los diques de Nueva Orleans ya «tocados» por la inundación del «Katrina», anegando de nuevo calles de uno de los barrios más pobres de la ciudad.

El distrito número 9, un área eminentemente industrial, es uno de los más perjudicados por la inundación dejada por el «Katrina» el pasado 29 de agosto y apenas quedaban en él edificios intactos. La mayoría habían sido reducidos a masas informes de escombros.