El accidente ocurrió pasadas las dos de la tarde de ayer en la calle Francesc de Borja Moll. Foto: ELENA BALLESTERO

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JAVIER JIMÉNEZ/PEP MATAS
Antonio Reus Pérez, de 46 años de edad y residente en Lloseta, estaba ayer en estado crítico a consecuencia de un accidente laboral ocurrido en Inca. Pasadas las dos de la tarde una grúa estaba levantando una carga de hierros para encofrado, de unos 500 kilos de peso, cuando, por motivos que se investigan, se desprendió parte de la carga que al caer golpeó al trabajador en las piernas y otras partes del cuerpo.

El accidente ocurrió en las obras de soterramiento de las vías del tren, que se llevan a cabo en la calle Francesc de Borja Moll, en concreto frente al número 17, y que unirán la Avinguda Germaníes con la barriada de Crist Rei. Precisamente esas obras fueron visitadas la pasada semana por la consellera Mabel Cabrer, acompañada del alcalde de Inca, Pere Rotger, y se explicó que estarían finalizadas antes de la próxima Navidad.

Tras producirse el accidente se desplazaron al lugar varias unidades de la Policía Local de Inca, y el 112 coordinó la movilización de los equipos sanitarios y de emergencia. Poco después llegó una ambulancia del 061, agentes de la Guardia Civil y también técnicos de la Conselleria de Treball. La Guardia Civil llevó a cabo el atestado para tratar de esclarecer las causas de lo ocurrido. El personal de la ambulancia estabilizó al obrero y lo trasladó al Hospital de Son Dureta, donde quedó ingresado. A primera hora de la noche de ayer el herido era sometido a una intervención quirúrgica. Sufría múltiples fracturas y su estado era crítico.

Desde la Conselleria de Treball se manifestó ayer tarde que «lo más importante ahora mismo es el estado del trabajador. Después, analizaremos al detalle las causas que han provocado el accidente». Fuentes de la conselleria de Óbres Públiques también explicaron que la obra está continuamente controlada por un «recurso preventivo», un técnico que sigue in situ el desarrollo de la construcción. Sobre las causas, apuntaron que se está investigando si una de las sujeciones de la grúa cedió por el peso de la carga y se desencajó. En cualquier caso, aseguraron que se cumplía con todas las normas de seguridad. Con respecto al peso exacto que estaba moviendo la grúa en esos momentos, no pudieron concretar si se trataba de 500 kilos o más.