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Un vecino de Artà de 32 años, con las facultades mentales perturbadas, ha sido arrestado por la Guardia Civil por profanar la tumba de su padre, en el cementerio de aquella localidad.

El portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma explicó que el individuo está acusado de un delito contra la libertad de conciencia, sentimientos religiosos y respeto a los difuntos. El pasado miércoles el joven se desplazó solo al cementerio. Estaba obsesionado con la muerte de su padre, que había perdido la vida en accidente de tráfico. Buscó el nicho donde había recibido sepultura y cuando lo localizó golpeó la tapa con furia, hasta romperla. Su intención era sacar el cuerpo del ataúd y llevárselo, pero no lo consiguió.

El personal del cementerio descubrió lo ocurrido y la Guardia Civil fue puesta al corriente de la profanación. Las sospechas se centraron en el joven de Artà, que al parecer ya había comentado en público su intención de «rescatar» a su padre del camposanto. Poco después fue detenido y reconoció los hechos. Sus versiones fueron incoherentes: al principio dijo que quería quitarse la vida junto al progenitor y luego que se lo quería llevar a casa, porque no podía estar sin él. Lo añoraba demasiado. El perturbado casi con toda seguridad recibirá asistencia médica profesional, aunque será el juez quién determine el tratamiento psiquiátrico a seguir para que pueda superar sus obsesiones.