En Barañain (Navarra) se colocó ayer, Día Internacional contra la Violencia Doméstica, una esquela a nombre de Margalida Ros, asesinada en sa Pobla el pasado octubre.

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El caso de dos hermanas marroquíes de sa Pobla es tan inusual como aterrador. Eran maltratadas por todos los miembros varones de su familia: padres, hermanos y maridos, y según ellas los excesos físicos en el clan eran aceptados como algo normal, incluso necesario. Nueve acusados han sido detenidos por la Guardia Civil, precisamente en el día internacional contra la violencia de género.

La familia reside en una casa de sa Pobla y hace unos días las dos magrebíes acudieron al cuartel de la Benemérita para denunciar su situación. Explicaron, muy angustiadas, que soportaban agresiones y malos modos a diario y dieron un dato escalofriante: los malos tratos no procedían solo del cónyuge, sino que estaban extendidos al resto de varones de la familia. El padre y los hermanos también se sumaban, supuestamente, a esta espiral de violencia contra el sexo contrario. Y ellas no tenían ni la posibilidad de protestar. Los agentes procedieron a la detención de los nueve implicados, que fueron trasladados hasta el Juzgado de Instrucción Número 2 de Inca el jueves por la mañana. Hasta la tarde, sin embargo, no fueron interrogados por el juez de guardia.

Algunos de los implicados cuentan con antecedentes policiales por otros delitos y sus edades oscilan entre los 24 y los 51 años. Las identidades de los detenidos son las siguientes: Abdellah F., Mohan M., Mohamed F., Abed R., Hattit A., Ahmed F., Sliman F. y Mimoun F. Del noveno arrestado no ha trascendido su filiación. La situación familiar se deterioró aún más cuando se descubrió que las dos hermanas tenían amistad con dos marroquíes ajenos al clan.