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Funcionarios del CNP, pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana que realizan los servicios de vigilancia y control en distintas competiciones deportivas en Palma, han instruido 20 actas lo largo de los últimos diez meses, concretamente en el estadio de Son Moix, a personas que en determinados momentos de la competición estaban o pretendían fumarse un 'porro'. Las actas levantadas contra los infractores han sido remitidas a la Comisión contra la Violencia de los Espectáculos Deportivos, organismo que tiene la competencia exclusiva en dicha materia.

Las citadas infracciones se hallan contempladas en el artículo 67 de la Ley del Deporte en la cual se especifica que «queda prohibida en las instalaciones deportivas la introducción de todo tipo de bebidas alcohólicas y de sustancias estupefacientes, estimulantes y psicotrópicas».

Se da la circunstancia de que todos los infractores son jóvenes quienes a la vista de padres con hijos menores han consumido algún tipo de sustancia estupefaciente.

En los 20 casos denunciados, la Comisión Nacional ha propuesto sanciones graves a los infractores quienes tendrán que abonar una multa de hasta 3.000 euros.

Dichas sanciones económicas, dependiendo de la gravedad oscilan entre 150 a 3.000 euros, las leves. De 3.000 a 60.000 las graves y de 60.000 a 650.000 las muy graves. La policía informa de que los múltiples y sofisticados medios técnicos existentes actualmente en el estadio de Son Moix, y en otros deportivos «hacen que resulte materialmente imposible evadirse de la actuación policial». Los policías han actuado casi siempre a requerimiento de algún espectador.