Hamid Guezzar, ayer en la Audiencia tras la apelación. El fiscal pide que se confirme la sentencia. Foto: GUILLEM PICÓ

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El abogado defensor solicitó ayer ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) la absolución de Hamid Guezzar, el marroquí condenado a 23 años de cárcel por el asesinato de María Isabel Ferrer. El fiscal pidió que se desestime el recurso de apelación interpuesto por el abogado defensor y se confirme la sentencia dictada por el Tribunal del Jurado a finales del pasado mes de julio contra el marroquí, de 30 años de edad. El brutal crimen se cometió a finales de enero de 2004 en una zona aislada y de difícil acceso, cerca de Puntiró, y la víctima recibió entre 30 y 50 pedradas por parte del asesino, con intención de «prolongar su sufrimiento».

Joan Verger, el abogado de Hamid Guezzar, solicitó, en primer lugar, su absolución o, como alternativas, que sea condenado por un delito de homicidio o se repita el juicio en su contra.

Respecto a la petición de absolución argumentó que se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia ya que «en este procedimiento no ha habido pruebas claras contra Hamid Guezzar» y, para condenarlo, el jurado se centró básicamente en la primera declaración que realizó ante el juzgado autoinculpándose de la muerte de María Isabel Ferrer y no en la declaración que efectuó durante el juicio en la Audiencia, cuando se declaró inocente.

Sobre las alternativas pide que sea condenado por homicidio en lugar de asesinato ya que la sentencia no determina quién es el autor de los agravantes de alevosía y ensañamiento y se refiere a «una persona». Respecto a la repetición del juicio se centró en que faltaba un testigo por declarar sobre el crimen.

El fiscal Miguel Anadón pidió que se desestime el recurso y se confirme la sentencia en su totalidad.

Respondiendo a la petición de absolución, manifestó que el juicio contra Hamid se realizó con todas las garantías procesales, y que si su declaración durante el sumario autoinculpándose del crimen de forma voluntaria y libre y los hechos que relataba eran compatibles con lo ocurrido, por qué cabía pensar que en la primera versión mentía y durante el juicio no lo hacía. Asimismo destacó el trabajo «ejemplar y riguroso del tribunal del jurado».

Para reafirmar que se trata de un asesinato, el fiscal descartó errores en el objeto de veredicto porque si hubo alevosía y ensañamiento y sólo hay un acusado no hay error posible.