La droga, una vez cortada, se podría haber convertido en más de
300 kilos de cocaína, con un valor en el mercado cercano a los once
millones de euros.
Las investigaciones de la Comisaría General de Policía Judicial
han puesto de manifiesto que se trataba de un vuelo pionero, primer
paso para establecer una ruta de penetración en el continente
europeo. La organización tenía previsto otros envíos con grandes
cantidades de cocaína, que tras llegar por vía marítima desde
Colombia a Àfrica, serían trasladadas a España como país de
tránsito en sucesivos vuelos a otros países europeos.
El subdelegado del Gobierno en Segovia, Juan Luis Gordo, indicó
que el cambio de estrategia, haciendo pasar la droga por Àfrica en
vez de enviarla directamente a Europa, responde a la presión
policial que en los últimos años ha incrementado la aprehensión de
barcos cargados con estupefacientes. El subdelegado del Gobierno
añadió que este éxito policial «muestra que ninguna ruta es segura
para el narcotráfico, ni siquiera usando capitales pequeñas».
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