En total, 25.000 policías y gendarmes, es decir un 10 por ciento
de las fuerzas de seguridad encargadas de la seguridad de Francia,
trabajarán a lo largo de este fin de semana en este país.
De ellos, 4.500 estarán a cargo de la capital, cuyos barrios
periféricos fueron la cuna de una ola de violencia a finales del
pasado mes de octubre que se extendió como un reguero de pólvora
por todo el país y puso de manifiesto las grandes deficiencias del
modelo de integración francés.
Será un fin de año «excepcional», como recuerda el diario
Liberation, ya que Francia estrenará el año 2006 inmersa en un
estado de emergencia, decretado el 9 de noviembre y que expira
teóricamente y salvo decreto, el 21 de febrero.
Por ahora, las fuerzas de seguridad admiten que nada indica que
haya una revuelta en preparación, pero lugares emblemáticos de la
capital, como la avenida de los Campos Elíseos o la torre Eiffel,
donde se congregan miles de personas para despedir el año, tendrán
una vigilancia extraordinaria durante el día de hoy y mañana.
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