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«Todo lo que tenía estaba en esa habitación. Es decir, lo he perdido todo». Carmen Clavero Sánchez, de 69 años, salió ayer ilesa de un incendio que se declaró en el cuarto que tenía alquilado en una antigua pensión de Palma. La rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se propagara a otras dependencias.

El edificio está ubicado en la calle Can Gater número 5, una travesía de la calle Sant Miquel próxima a la Plaça Major.

A las diez de la mañana, muchos de los inquilinos de las 33 habitaciones alquiladas estaban ya en la calle. Carmen, en cambio, acababa de despertarse y se dirigió al cuarto vecino, ocupado por un amigo suyo.

De repente advirtió que el diferencial saltaba tres veces y a continuación su habitáculo, de reducidas dimensiones, quedó envuelto en llamas. «No pude salvar nada; intenté apagar el fuego con una toalla mojada, pero era imposible», contó la perjudicada. Bomberos, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía desalojaron la antigua pensión y procedieron a sofocar el siniestro.

El sistema eléctrico era de 125 voltios de tensión y es casi seguro que sufrió una sobrecarga. «Ahora me quedo en la calle, tendré que buscarme la vida», se lamentaba la sexagenaria, cuyas pertenencias ardieron con las llamas: «Es que no tengo ni una muda de ropa para ponerme, es horrible».