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Una erección prolongada, y nada placentera, provocó ayer que un vecino de Binissalem fuera hospitalizado en Son Llàtzer. Según contó él mismo, llevaba varias horas en aquella situación y ya estaba desesperado. Para más inri, era la segunda vez que le ocurría esta semana.

De hecho, hace unos días ya tuvo que ser atendido por los médicos por el mismo problema. No podía caminar con normalidad y el dolor era insoportable. El septuagenario fue introducido en la ambulancia, que lo transportó hasta el hospital palmesano de Son Llàtzer, donde fue tratado para rebajar la erección. Fuentes sanitarias consultadas indicaron que una rigidez prolongada del miembro puede traer consecuencias graves «sobre todo en casos de hombres de avanzada edad». En el caso del vecino de Binissalem no ha trascendido el origen de su enderezamiento, que normalmente se debe a la ingesta de pastillas del tipo Viagra o a problemas por una disfunción genital.

A las diez de la mañana de ayer, aproximadamente, el afectado pidió ayuda en un centro médico. Tenía los testículos inflamados y llevaba horas con el pene erecto. Los facultativos lo examinaron y decidieron que dada su edad -71 años- era conveniente que fuera atendido sin demora en un hospital. El jubilado seguía con enormes molestias y cuando una ambulancia llegó a su casa para recogerlo ya no podía aguantar más. Un familiar explicó que sufría de «una pierna» y al final el jubilado, exasperado, acabó contando lo que realmente le atormentaba. Desde primera hora de la mañana soportaba una tremenda erección y no era la primera vez que le ocurría.