Juan Pradillos Rubio tenía 40 años, estaba casado y tenía una hija
adolescente. Tal y como informamos en la edición de ayer, el sábado
por la noche fue atropellado mortalmente cerca de su casa, en una
urbanización de Marratxí. Ayer la Policía Local concluyó el
atestado sobre lo ocurrido y ahora imputa un delito de homicidio
imprudente al conductor del coche que lo arrolló.
La víctima pilotaba una motocicleta de la marca Daelim. Después
de las diez y media de la noche tomó una curva en la Avenida Can
Carbonell, a la altura del número 11, y en la urbanización del
mismo nombre. Se trata de un 'punto negro' donde se suceden los
accidentes. No hay marcas de división de carriles sobre el asfalto
y la iluminación es claramente insuficiente. De repente, un Seat
Ibiza de color azul se llevó por delante la Custom de Juan, que
salió despedido y quedó tendido sobre la calzada en estado crítico.
Los esfuerzos de los médicos fueron inútiles y el motorista
falleció poco después.
El chófer implicado, un palmesano de 19 años, declaró ante los
agentes de la Policía Local que la moto se le había cruzado en su
camino y que no había podido hacer nada para esquivarla. Sin
embargo, algunos datos no cuadraban. El testimonio clave lo
proporcionó un testigo que presenció la secuencia y que rebatió la
primera versión. Según él, fue el conductor del coche el que tomó
la curva a gran velocidad e invadió el carril del motorista, con
las consabidas consecuencias fatales. Ayer por la tarde ese testigo
se reafirmó en su declaración inicial y los investigadores
concluyeron el informe, en el que le imputan al joven un delito de
homicidio imprudente.
Otro vecino de aquella urbanización, llamado Jorge Caldentey, se
puso ayer en contacto con este periódico para denunciar que aquella
curva es un peligro tanto para conductores como para peatones: «Es
una curva muy abierta por la cual pasan los coches a gran velocidad
como si se tratase de un circuito de carreras. La visión es nula y
no hay tiempo para la reacción», apuntó.
A esa altura se tiene que construir una rotonda, pero mientras
tanto el riesgo sigue ahí.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.