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Un perito de un conocido gabinete de peritaje de Palma y un empresario de sa Pobla han sido detenidos por la Guardia Civil por simular accidentes de tráfico que no existían y cobrar al seguro indemnizaciones muy elevadas. Para que los informes no despertaran sospechas fotografiaban coches ya estrellados, les cambiaban la matrícula y hacían creer que eran los turismos que acababan de sufrir un siniestro total.

Según consta en el informe entregado ayer en el Juzgado de Instrucción Número 10 de Palma, los dos implicados en la estafa pactaron repartirse el dinero del seguro. El perito acudió a un desguace y tomó fotografías de un coche idéntico al que supuestamente había destrozado su cliente. Luego le colocó las placas de matrícula del coche intacto y sacó fotografías. El engaño coló y la aseguradora pagó 22.000 euros, que presuntamente se repartieron perito y empresario a partes iguales. En agosto del año pasado intentaron repetir la operación, pero en esa ocasión alguien puso sobre aviso a la Guardia Civil. La investigación fue laboriosa y duró varios meses. Hace unos días culminó con la detención del técnico en peritaje, que tiene 37 años, y con la del industrial de sa Pobla, de 44. Ambos están acusados de un delito de estafa y otro de falsedad en documento oficial, y han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración en la Comandancia palmesana.

En el mes de diciembre de 2004 el industrial, que tenía a todo riesgo un coche nuevo valorado en 22.000 euros, comunicó a su compañía aseguradora que había sufrido un aparatoso accidente y que el deportivo había quedado en estado de siniestro total. Siguiendo el procedimiento habitual, su seguro envió un perito a comprobar los daños, sin saber que en realidad el profesional y el asegurado estaban compinchados.

El coche de lujo que supuestamente quedó destruido en un tremendo accidente fue en realidad vendido a otro particular, con lo que el negocio para los supuestos estafadores fue doble: cobraban del nuevo comprador e ingresaban de la aseguradora. Ese turismo fue detectado circulando y se comprobó que el nuevo dueño no tenía relación con la trama. La investigación policial sigue en marcha ya que no se descarta que el perito y su compinche pudieran haber fingido otros accidentes, para cobrar del seguro. De momento hay dos compañías de renombre perjudicadas por los pagos fraudulentos, y siguen las indagaciones para aclarar si hay otras. La instrucción judicial también sigue su curso y en los próximos meses se conocerá la petición del fiscal para los dos acusados, que incluirá una multa cuantiosa, indemnización y una pena de cárcel.