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JAVIER JIMÉNEZ
A las dos de la tarde del lunes un coche que circulaba por la carretera de Pollença al Port de Pollença se detuvo en el arcén y segundos después el Renault Clío quedó envuelto en llamas. El conductor, afortunadamente, salió ileso.

Las llamaradas alertaron a otros conductores y una gran humareda negra se alzó sobre el turismo, visible desde varios kilómetros de distancia. Una patrulla de la Policía Local acudió rápidamente hasta aquel punto kilométrico y la Guardia Civil también compareció, al igual que los bomberos. El incendio fue finalmente sofocado y no se pudo evitar que el vehículo quedara destruido por las llamas. Todo parece apuntar a que un fallo en el motor provocó un brusco calentamiento que desembocó en el incendio.

La columna de humo era tan aparatosa que algunos curiosos se acercaron a propósito para interesarse por lo que estaba ocurriendo. Por otra parte, ayer se incendió un camión en la Avenida Salvador Joan de Manacor y al igual que pasó en Pollença no hubo que lamentar heridos.