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JAVIER JIMÉNEZ
Michael Brown, el magnate escocés que financió la última campaña del Partido Liberal del Reino Unido, ha sido detenido en Mallorca tras ser dictada contra él una orden internacional de búsqueda y captura por estafa.

El multimillonario se afincó hace algunos años en Mallorca, y compró dos espectaculares mansiones en Esporles y Andratx. Vivía en la primera, con su mujer, y llevaba un tren de vida espectacular. Posee un Jaguar descapotable y un Porsche Cayanne, valorados en más de 150.000 euros. En Son Sant Joan tiene un jet privado de su propiedad. El escocés, de 40 años, está especializado en inversiones en Bolsa y montó una de las sedes de su negocio en un espacioso piso de la calle Conqueridor, frente al Palau March. 5th Avenue Patners, su empresa, operaba desde Palma, Londres y Suiza y los viajes de Brown eran continuos. Visitaba también con frecuencia las Bahamas, a bordo de su jet privado. Desde hace algunos meses la Guardia Civil le seguía la pista, muy discretamente y sin que el magnate sospechara nada. Había sospechas sobre él y a la investigación se sumó luego la UDYCO del Cuerpo Nacional de Policía. Precisamente la orden internacional de detención contra Brown llegó a este último organismo, que fue quién el miércoles capturó al magnate. Unas fuentes apuntaron a que había sido arrestado en su mansión de Esporles, pero otras sostuvieron que fue apresado en Palma. Sea como fuere, ayer el multimillonario se encontraba en los calabozos de la Jefatura palmesana, en la calle Ruiz de Alda, y hoy está previsto que varios agentes lo custodien en avión hasta Madrid, al juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional. Luego hay un plazo de algunas semanas para que se haga efectiva la extradición de Brown a Inglaterra, donde será juzgado.

El magnate es una personalidad en Gran Bretaña y su donación de más de 3 millones de euros al Partido Liberal, en la última campaña electoral, provocó una gran polémica en aquel país. La investigación se centra ahora en aclarar qué tipo de negocios llevaba a cabo desde la Isla y quiénes eran sus principales contactos. En este sentido, podría haber sorpresas bastante sonadas a medida que avancen las pesquisas.

Brown no se privaba de nada. Jet privado, Jaguar deportivo, Porsche Cayanne, dos yates, cenas en Portals con la alta sociedad... Su ritmo de vida era vertiginoso, sólo comparable al volumen de sus negocios en Bolsa. Sin embargo, no son ésas operaciones las que interesan especialmente a la policía. Los investigadores están tratando de aclarar si el magnate se dedicaba a otras actividades, más oscuras, y si estafaba internacionalmente. En los años que llevaba en Mallorca ya había conseguido muy buenos contactos en distintas esferas, algunas bastante influyentes.

Tras los pasos de Brown iba la policía española, la Guardia Civil, las autoridades británicas y también los servicios secretos de EEUU. El motivo no está muy claro, pero parece que el magnate tuvo unos inicios profesionales en ese país que no fueron muy transparentes. Su imperio fue aumentando de forma imparable y a los servicios secretos americanos les interesó el Caso Brown. Vivía a caballo entre Londres, Palma y las Bahamas y ahora se están rastreando sus cuentas bancarias, con dígitos millonarios. En septiembre del año pasado anunció en Palma que iba a fundar un pueblo en Etiopía para ayudar a la gente de aquel país, y recaudó fondos en un torneo de golf que se celebró en Camp de Mar. Su actividad humanitaria podría ser una tapadera, al igual que sus suculentas donaciones al Partido Liberal del Reino Unido, con el que finalmente acabó distanciándose tras la última campaña electoral.