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JUAN POYATOS
Un joven falleció ayer al precipitarse desde los acantilados de Cap Blanc. Los agentes del Grupo ESpecial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, en colaboración con una embarcación del Servicio Marítimo, realizaron un arriesgado despliegue al pie de los acantilados para recuperar el cuerpo de la víctima. Los GEAS recibieron el aviso de que un joven podría haberse caído desde un acantilado. Se desconocía el lugar exacto pero, los agentes, en pocas horas localizaron desde tierra el cuerpo desmembrado de una persona, justo a mitad de camino entre el acantilado y el mar, en un lugar de imposible acceso con medios comunes. En ese momento no se sabía si el joven estaba aún con vida, por lo que se trabajó con la mayor celeridad posible.

Desde el mar, la embarcación de Salvamento Marítimo se dirigió al puerto de s'Estanyol para recoger a los GEAS que, a media mañana, se lanzaron al mar cerca de los acantilados para intentar acceder al lugar. El mar estaba embravecido, por lo que no se pudo utilizar una embarcación de apoyo para llegar a la costa. Finalmente, en una arriesgada operación, tres agentes de la Benemérita nadaron desde la patrullera hasta la costa para intentar llegar al lugar donde estaba el cuerpo. Los agentes realizaron todas estas labores con la máxima celeridad por si el accidentado estaba aún con vida. Desgraciadamente, los agentes sólo pudieron constatar que el hombre había fallecido. En principio, parece ser que la muerte se produjo casi en el acto, al impactar contra las rocas.

El cuerpo sin vida fue después recogido y trasladado al puerto de s'Estanyol, y de ahí al Instituto Anatómico Forense para que le sea practicada la autopsia. Parece ser que un turismo que había en la cuneta de la cerretera, muy cerca del lugar donde ocurrieron los hechos, podría ser de la víctima.