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AGENCIAS
Los 113 pasajeros de un Airbus A320 de la compañía aérea armenia Armavia murieron en la madrugada del miércoles al estrellarse el aparato en el Mar Negro, cerca de Sochi, en el sur de Rusia, a causa del mal tiempo.

«Todos los pasajeros y miembros de la tripulación que se encontraban a bordo perecieron, según datos provisionales», indicó un portavoz del ministerio ruso de Situaciones de Emergencia. El fiscal general adjunto Nikolai Chepel descartó rápidamente la tesis del atentado y se refirió a «condiciones meteorológicas sumamente malas». El aparato, que viajaba de Ereván, la capital armenia, a Sochi, transportaba 113 personas, entre ellos ocho tripulantes y cinco niños y se estrelló el miércoles cuando se disponía a aterrizar.

Según una lista de nombres dada a conocer por el aeropuerto de Ereván entre los pasajeros figuraban 85 armenios, 26 rusos, un georgiano y un ucraniano. La Aviación Civil confirmó igualmente en Ereván la tesis de las «malas condiciones meteorológicas» y recalcó «la mala visibilidad» sobre Sochi, aclarando además que el A320 se encontraba «en excelente estado técnico».

El avión fue controlado en abril y con este motivo había sido desmontado por completo para verificaciones. La aeronave desapareció de la pantalla de control del aeropuerto de Adler, junto a la gran estación balnearia rusa Sochi, hacia las 2,15 horas, según el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia. La tripulación del avión renunció en último momento a aterrizar en Adler a causa de la escasa visibilidad, según declaraciones de un responsable de la compañía aérea a la AFP.