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Expertos de la Policía Científica se desplazaron ayer de Madrid a Palma para colaborar en la investigación del gran incendio registrado el pasado jueves en el Polígon de Can Valero, que afectó a una manzana de empresas y provocó pérdidas millonarias.

Cinco naves han quedado completamente destruidas, tres han sufrido desperfectos graves y una decena se han visto afectadas. Todas ellas se encuentran en la manzana de las calles Prudenci Rovira, Alexandre de Laborde y Francesc Vallduví. A lo largo de estos días, los peritos de las aseguradoras de las empresas perjudicadas se han acercado a las naves para evaluar los daños.

La investigación policial se centrará en aclarar dónde comenzó el incendio y sus causas. Las naves están intercomunicadas y el fuego se propagó de una a otra a través del techo. La principal sospecha es que el incendio comenzó en una de las cinco naves que han quedado destrozadas aunque no hay nada confirmado. Dos de ellas, pertenecientes a una empresa de reparto frigorífico y a un centro de organización, almacenaje y transporte, están en la calle Alexandre de Laborde. Las otras tres están justo detrás, y eran una empresa de distribución de productos de alimentación, una carpintería y una fábrica de toldos. Después de sofocarse el incendio estas cinco naves quedaron precintadas.

Las dos naves de la calle Alexandre de Laborde pertenecen a los mismos dueños. La propietaria explicó ayer: «Todavía no se sabe nada, nosotros fuimos los primeros en darnos cuenta porque saltó nuestra alarma de incendios, pero no quiere decir que el fuego viniera de nosotros, igual venía de atrás. La policía nos ha dicho que primero comprobará que no fuera provocado y después se intentarán saber las causas. Esperaremos a ver lo que nos dirán, aunque lo que ha pasado ya no tiene solución», agregó.