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EFE-SAO PAULO
Al menos 65 autobuses y diez oficinas bancarias fueron incendiados la noche del pasado domingo en el estado brasileño de Sao Paulo, escenario desde hace tres días de la más cruenta ofensiva del crimen organizado que ha dejado unos 61 muertos, incluidos algunos presos, según las autoridades. Otras fuentes aseguran que el número de muertos sobrepasa los 70.

La ola de violencia, que comenzó el viernes por la noche con ataques a puestos y patrullas de policía, continuó en la madrugada del domingo con más atentados y rebeliones, que se han extendido a prisiones de los estados vecinos de Paraná y Mato Grosso do Sul. El panorama en las calles de la principal metrópoli brasileña era similar al de un paro de transportes, debido a que seis de las siete empresas de transporte público mantuvieron sus vehículos en los estacionamientos, por temor a nuevos ataques.