Los alborotadores prestaron declaración en los juzgados de Palma el domingo por la mañana.

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JAVIER JIMÉNEZ
Desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma se ofreció ayer detallada información sobre la batalla campal.

En realidad, tal y como explicamos en la edición de ayer, durante la noche del viernes al sábado se registraron tres incidentes diferenciados, todos ellos en Punta Ballena (Magaluf) y con 'hooligans' ingleses como protagonistas. En el primero de ellos un grupo de jóvenes, bebidos, provocó a los clientes de un conocido bar y al final acabaron todos a puñetazos. Se arrojaron sillas y mesas, botellas, y una columna de neón y una ventana quedaron destrozadas por los vándalos. A continuación se marcharon a otro local y allí, enfurecidos, lincharon a un joven compatriota que les llamó la atención por su violenta actitud. La víctima sufrió tal paliza que tuvo que ser hospitalizada en Son Dureta.

También en ese establecimiento provocaron desperfectos. Cuando llegó la Guardia Civil se encontró en territorio comanche y la turba zarandeó el jeep policial, intentando volcarlo. Dos agentes resultaron heridos y durante media hora se vivió una auténtica batalla campal. Al poco tiempo otro grupo se enfrentó a unos extranjeros y se practicaron otras tres detenciones.

A las cinco de la madrugada aconteció el último incidente, cuando dos 'hooligans' trataron de pagar sus consumiciones (que eran muchas) con dos billetes de 50 euros falsos. Los trece arrestados tienen edades comprendidas entre los 25 y 37 años y están acusados de daños, alteración del orden público, agresión a agentes de la Autoridad y falsificación de moneda. Todos han quedado libres tras pagar 3.000 euros de fianza.