Según informó el centro de emergencias del 112, el fuego se inició a las 12.45 horas, entre unos escombros donde se acumulaban neumáticos, plásticos y basura. Se trata de un vertedero ilegal donde se puede encontrar de todo, incluso ayer había más de cincuenta colchones amontonados. El fuego, que se inició de forma intencionada, se propagó a una zona de matorral y rastrojos y 15 bomberos de Palma se desplegaron con celeridad, para evitar una rápida propagación de las llamas. Por su parte, el Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza) envió a aquel paraje a un helicóptero y una avioneta, cuyo concurso fue clave para que el siniestro no se les fuera de las manos. Las continuas descargas de agua debilitaron los focos más activos y luego los efectivos terrestres fueron ahogando las últimas llamas. El fuego calcinó casi cuatro hectáreas de terreno y algunos pinos. Las altas temperaturas y el terreno muy seco dificultaron las tareas de extinción, que duraron más de cinco horas.
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