Antes de comenzar la sesión, su abogado, la fiscal y las acusaciones particulares pidieron que el juicio se celebrase a puerta cerrada, dada la naturaleza de los delitos. Tras unos breves momentos de deliberación, el tribunal accedió. En su declaración, «El Chunguito» reconoció uno por uno los 57 delitos que se le imputan, y por los que se enfrenta a una petición de 718 años de cárcel.
Todos tuvieron lugar en su domicilio de la calle Camino Viejo de Son Gotleu en los años 2003 y 2004. Su sistema consistía en invitar a la casa a los jóvenes que conocía en la calle. Una vez allí les daba una bebida, generalmente un zumo, donde había añadido un sedante. Cuando entraban en un estado de somnolencia, aprovechaba para realizar todo tipo de tocamientos y abusos sexuales.
El hombre repitió las operaciones con multitud de menores, y se cree que hay bastantes más víctimas, además de los 17 que pudieron ser localizados.
El acusado admitió que grababa a sus víctimas en DVD, y que incluso cambiaba las fechas de las cintas al año 2000, para imaginarse «que los niños eran aún más pequeños», aumentando así su excitación. De hecho, cuando la policía entró en su casa encontró hasta 35 DVD's que contenían las grabaciones de sus abusos.
El juicio acabará con una conformidad, puesto que las partes han llegado a un acuerdo para calificar los hechos como un delito continuado y no como delitos separados. No obstante, el juicio debe celebrarse de forma íntegra debido a la gravedad de los delitos.
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