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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
El juzgado de lo penal número 5 ha condenado a dos años de cárcel y cuatro de retirada del carnet de conducir a José Antonio Gil, un joven que provocó un accidente de coche en el que murieron tres miembros de una misma familia.

El terrible siniestro tuvo lugar el 25 de septiembre de 2004 en la carretera C-712, que une Artà con el Port d'Alcúdia. Alrededor de las 07.20 horas, el joven, que regresaba de una fiesta, conducía su Renault Megáne Scenic, a la altura del cruce de la Colònia de Sant Pere, cuando perdió el control. Su coche se estampó de manera frontal contra un Fiat Panda de alquiler en el que viajaban tres turistas alemanes, miembros de una misma familia. Se trataba de un matrimonio de unos 60 años de edad y su hijo, de 37 años. El choque, muy fuerte, destrozó por completo la parte frontal del Fiat Panda, dejando atrapados en su interior a los tres turistas. Tras las labores de bomberos y ambulancias, se certificó que el matrimonio murió en el acto, mientras que el hijo falleció cuando estaba siendo atendido en la ambulancia.

Por su parte, el conductor sufrió tan solo heridas leves, a pesar de que su coche también quedó totalmente destrozado.

La Guardia Civil de Tráfico sometió al joven conductor a un control de alcoholemia, que dio resultado positivo.

El juicio, que se celebró ayer, acabó con una conformidad. La condena considera al conductor como responsable de un imprudencia con resultado de tres muertes y no supondrá que el joven deba ir a la cárcel, aunque tendrá que indemnizar a los familiares de los fallecidos.