El inmueble se encontraba vacío y el fuego se inició en la nevera, al parecer a causa de un cortocircuito. Los vecinos, a las 18.11 horas, advirtieron un denso humo y dieron aviso a los bomberos. En un primer momento se pensó que había inquilinos atrapados, de ahí que hasta una docena de bomberos del parque central y de sa Teulera se desplazaran con máxima urgencia hasta esa dirección. Al llegar se comprobó que no había nadie en la casa y cuando el dueño abrió la puerta una gran humareda se coló por la escalera interior. El propietario, que había sido operado recientemente, sufrió una intoxicación, al igual que otros dos vecinos, al parecer de carácter leve.
Las cinco plantas del edificio fueron evacuadas mientras duraron las tareas de extinción, que se prolongaron hasta las 19.23 horas. Los vecinos permanecieron en la calle, expectantes, hasta que se les permitió volver a sus domicilios. El susto ya había pasado.
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