Un hombre muere aplastado por una viga de 500 kilos en una finca de Manacor

Eran aproximadamente las diez y media de la mañana y el hombre no reparó en la barra antivuelco del tractor, que era alta y colisionó contra el techo de la nave. A continuación arrastró una viga de hormigón de unos 500 kilos de peso, que se vino abajo y aplastó el cuerpo del payés. Pasaron las horas y cuando Jaime no se presentó en su casa de Muro para comer su familia comenzó a sospechar de que podía haberle pasado algo. Un allegado acudió a la finca para interesarse por los motivos de su demora y lo encontró sepultado bajo la viga, ya inerte. A las tres menos cuarto se dio la voz de alarma y bomberos, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y equipos sanitarios acudieron hasta esa finca, en las afueras de Manacor.

Los parques de bomberos de Artà y Manacor fueron los encargados de rescatar el cuerpo del payés, que yacía bajo aquella pesada viga. Media docena de efectivos movieron a peso el soporte, y liberaron el cadáver. Las lesiones eran tremendas y los médicos no pudieron hacer nada por él, salvo certificar el fallecimiento. El Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación y los agentes, apoyados por los policías municipales, inspeccionaron la finca y realizaron un reportaje fotográfico en el establo donde había ocurrido el accidente. Se trata de una nave donde se cobijan ovejas cuando el calor es sofocante y los investigadores creen que el payés entró al recinto para cargar lana o quizás para retirar basura. Era una maniobra que no hacía a menudo, de ahí que la víctima no hubiera calculado que la altura de la barra antivuelco podía traerle problemas.

Más de dos horas después de hallarse el cuerpo sin vida la empresa funeraria retiró los restos mortales de Jaime Mesquida al cementerio, a la espera de que hoy se le practique la autopsia. El juzgado de guardia de Manacor también fue informado de las dramáticas circunstancias del accidente en la finca de la carretera de Conies.