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EFE-ALGECIRAS
El Juzgado número 1 de San Roque decretó ayer el secreto de sumario sobre la muerte de Miguel Clavijo por un disparo «fortuito» de un guardia civil en Jimena (Cádiz), mientras la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil continúa la instrucción del caso.

Fuentes del instituto armado dijeron ayer que prosiguen las investigaciones para esclarecer el suceso acaecido el martes por la tarde en el kilómetro 23 de la A-405, cuando el joven de 21 años se dirigía junto con un primo y un compañero de trabajo a Algeciras.

El agente se encontraba realizando «un servicio de apostadero» y a una distancia de unos quince metros de dicha carretera, por la que pasó una furgoneta en la que la víctima viajaba como copiloto.

El agente efectuó el disparo mientras manipulaba la pistola reglamentaria y alcanzó a la furgoneta que circulaba por dicha vía, concretamente al copiloto que ocupaba el asiento derecho y que murió al instante.

Sin embargo, los familiares afirmaron ayer por la mañana en declaraciones a los periodistas que los ocupantes del vehículo no vieron ningún control en la carretera por la que circulaban y no se dieron cuenta de dónde venía el tiro hasta que los agentes salieron de unos matorrales.