Por este motivo, la policía se ha puesto en contacto con los responsables del teléfono de emergencias 112 y les ha solicitado la grabación de una llamada efectuada el 23 de febrero de 2004. En esa comunicación telefónica, efectuada desde el chalet de la calle Dofí, el mismo donde reside la familia y el menor, se solicitaba la presencia de una ambulancia porque una mujer, Angela Montserrat, había sufrido una caída.
Hasta esa dirección se desplazó una ambulancia y el personal médico atendió a la mujer, que fue trasladada a un hospital y después falleció. Por el momento no hay ninguna prueba que implique a la madre adoptiva con la caída de su suegra, pero este es el extremo que pretende aclarar la policía. De María de las Nieves R.L., que continúa ingresada en la cárcel de Palma, los policías han recibido información en el sentido de que se trata de una persona que tiene arrebatos incontrolados de violencia.
La acusada reconoció ante el juez que había empujado y zarandeado a su hijo adoptivo, y que lo dejó cuando oyó «cómo crujían» algunos huesos de su cuerpo. A raíz de esa agresión el menor, de seis años, quedó en coma, con secuelas gravísimas. El padre quedó en libertad con cargos y con la prohibición de acercarse al niño, que agoniza en la UCI de Son Dureta.
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