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JAVIER JIMÉNEZ/F.RAMOS
La detención de un camerunés en Magaluf por la violación de una menor británica ha destapado una mafia de billetes tintados integrada por, al menos, cuatro subsaharianos.

Tal y como informamos el pasado sábado, una turista inglesa de 17 años fue violada tras salir de copas con unas amigas en Magaluf. Los agentes de la Benemérita abrieron una investigación y llegaron hasta el principal sospechoso, un camerunés que se hospedaba en un hotel próximo. Al llegar al establecimiento el acusado estaba ausente, pero se detuvo a su compañero de habitación porque llevaba en su poder 5.000 euros, cuyo origen no pudo aclarar. Al rato apareció el presunto violador, que también portaba un billete de 50 euros falso. En el cuarto se hallaron productos químicos, planchas, recortes de papel y material para el llamado timo del «papel tintado». Las víctimas son personas de alto poder adquisitivo, a los que hacen creen que hay un sistema químico para duplicar billetes. En realidad, los billetes de muestra están pintados de negro y cuando les aplican un líquido recuperan su aspecto normal. Los detenidos son Didier B., de 33 años, y Simon Jules K., de la misma edad, ambos cameruneses.

Por otra parte, el Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de dos casos de agresión sexual aclarados en Palma. En el primero ha sido detenido Manuel P.A., de 32 años, al que le constan seis antecedentes por robo, lesiones, agresión sexual y malos tratos. Esta vez se le acusa de un delito de agresión sexual en grado de tentativa. La víctima y el presunto agresor estuvieron tomando copas en un bar de las inmediaciones de la barriada de Camp Rodó. Después, el individuo invitó a la mujer a ir a su domicilio. Una vez en el lugar el hombre, que había consumido cocaína mezclada con alcohol, intentó abusar de ella.

En el segundo caso ha sido arrestado un individuo de raza negra, indocumentado, que dijo llamarse Iriatne C., de 32 años, natural de Senegal. El subsahariano contactó con una mujer que ejerce la prostitución en la Porta de Santa Antoni y le ofreció 50 euros para mantener relaciones en unos garajes de la plaza Rosellón. El individuo, en estado de furia incontenida, consumó el acto sexual a pesar de las súplicas de la mujer para que no la lastimara. Después, cogiéndola por el cuello, se apoderó de su bolso y le sustrajo todo el dinero que portaba, unos 85 euros en metálico. La víctima dio cuenta al 091 y una patrulla policial consiguió localizar al fugitivo en la vía Sindicato, completamente sudoroso, muy nervioso y con el dinero de la violada.

Se hallaba de forma irregular en España y se le ha abierto un expediente para ser expulsado del territorio nacional.