Como no había motivo suficiente para su detención, la patrulla de la UTC siguió su camino, con la intención de presentar una denuncia en el juzgado por la mañana. Dos horas después, casualidades del destino, los cuatro individuos volvieron a toparse con la UTC, esta vez en un control de tráfico casual. Su reacción fue tan violenta como inesperada. El Opel Frontera aceleró bruscamente y se dirigió directamente hacia los dos policías que paraban los coches. Los agentes, en un alarde de reflejos, saltaron ágilmente y cayeron junto al arcén. Segundos después se inició una persecución y el todoterreno hizo caso omiso de las señales luminosas y acústicas de la policía.
A las doce y media de la medianoche una patrulla de la UTC (Unidad Territorial de Costas) de la Policía Local de Porto Cristo pasó por delante de un bar, en Cales de Mallorca. Cuatro muchachos que estaban sentados en la terraza comenzaron a hacerles aspavientos y dedicarles insultos, del tipo «cabrones» y «sois unos perros». Los agentes se apearon del vehículo y procedieron a identificar a los cuatro alborotadores, que mantuvieron una actitud muy chulesca y les comunicaron que les era totalmente indiferente si les denunciaban.
Circuló a gran velocidad, pero el conductor cometió un error a la postre fatal: se introdujo en una calle sin salida, y quedó bloqueado. Los policías de la UTC se desplegaron rápidamente alrededor del vehículos, para no darle tiempo a los ocupantes a huir, y fue acabó apresando a los cuatro jóvenes. Según parece, no cuentan con antecedentes policiales. Entre sus ropas y en el cuatro por cuatro se hallaron dosis de cocaína, marihuana y unas pastillas, que están siendo analizadas para conocer su composición. Dos de los acusados iban sin identificar y los otros dos tenían 23 y 22 años. Sus siglas son: P.S.S., S.M.J., P.M.S., y D.B.P.
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