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JAVIER JIMÉNEZ
Un ladrón rumano murió en la medianoche de ayer cuando saltaba de un piso a un hotel en la calle Berlín, en s'Arenal.

Aurel Juresku, de 37 años, colocó una silla en el tercer piso del edificio número 7 y trató de pasar a la misma planta del inmueble vecino, el hotel Terra Mar. Una empleada del establecimiento explicó que «ese hombre quería robar en el hotel colándose por el balcón, pero no sabemos si también había entrado en el edificio de al lado o es que tenía una habitación alquilada allí». Sea como fuere, Juresku consiguió agarrarse al pasamanos, pero éste cedió y se precipitó contra la acera, desde unos diez metros de altura. Sufrió un traumatismo craneal tremendo y comenzó a sangrar de forma abundante, mientras agonizaba sobre la calle.

Efectivos de la Policía Local de Palma y del 061 acudieron hasta la calle Berlín, junto al límite entre los municipios de Palma y Llucmajor, y en un primer momento se especuló con que la víctima, que era conocido en la zona por sus supuestas actividades ilícitas, hubiera sido arrojado al vacío. El caso, entonces, pasó a manos del Cuerpo Nacional de Policía, que envió a sus especialistas del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica a aclarar lo ocurrido. Mientras tanto, los equipos sanitarios trataron de reanimar al herido, que se debatía entre la vida y la muerte, y que finalmente falleció. El Juzgado de Instrucción Número 8 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, fue informado del accidente mortal y de las sospechas iniciales de que se pudiera tratar de un ajuste de cuentas.

Hacia las dos de la madrugada la empresa funeraria retiró el cuerpo sin vida de Juresku, ante numerosos turistas y curiosos que se habían congregado en la calle, alertados por las sirenas y la presencia policial. «Por aquí de noche da miedo pasear, y de día está lleno de trileros y carteristas», se quejó una mujer que reside en la calle Berlín, muy cerca del hotel Terra Mar. «Está muy bien que de cara a la galería la policía monte redadas y esas cosas, pero lo que deberían hacer es patrullar más por aquí, porque la delincuencia está por todos lados», criticó un comerciante, que salió a la calle para interesarse por lo que estaba pasando. Ya avanzada la madrugada se descartó que Juresku hubiera sido lanzado al vacío y tomó cuerpo la hipótesis de que intentaba robar en el citado establecimiento hotelero.