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JAVIER JIMÉNEZ
Un helicóptero, un avión, dos camiones de bomberos del parque de Inca, brigadas del Ibanat, Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil se movilizaron ayer para sofocar un incendio forestal en Pollença, muy cerca del torrente de Son Brull.

Un portavoz de los Bomberos de Mallorca explicó que el fuego se inició en la finca La Salve, minutos antes de la una de la tarde, y que el intenso calor y la densa maleza hicieron temer en un principio que las llamas se extendieran en dirección al campo de golf próximo. «En estos casos los primeros momentos son muy importantes y nos centramos en descargas de agua desde el aire, con un avión y un helicóptero», informó un responsable del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat). Mientras tanto, las brigadas terrestres fueron combatiendo el fuego en los extremos más descontrolados: «El problema es que se trata de una zona de pinar, alcinas y muchas matas y monte bajo, por lo que cualquier pequeño incendio puede adquirir dimensiones muy peligrosas. Además, en las cercanías había casas y negocios», contó uno de los bomberos que participaron en el operativo. Las causas del siniestro no han trascendido y la Guardia Civil ha abierto una investigación para concretarlas.

El dispositivo se mantuvo por espacio de cinco horas, aunque a las dos de la tarde ya estaba prácticamente controlado. Después permanecieron en aquel paraje algunas patrullas, ya que existía riesgo de que las llamas se reavivaran. El calor era sofocante y los bomberos tuvieron que refrescar el perímetro afectado -de pocas hectáreas- varias veces.