Una joven camarera de Palma es asesinada a tiros en Tailandia

HUMPREY CARTER
Pam Fitzpatrick, una camarera de Palma, de 26 años, murió tiroteada hace unos días en Tailandia, adonde había viajado con su hermana para pasar sus vacaciones. La víctima, nacida en Sudáfrica y nacionalizada australiana, trabajaba en el bar McGowans, en la Lonja de Palma. El pasado 17 de junio llegó a Tailandia, convencida por su hermana, que no quería viajar sola a aquel país. Al día siguiente Pam y Jenny acudieron al pub Up To You, en la localidad de Kanchanburi (cerca del famoso río kwai), a unos 150 kilómetros al oeste de Bangkok. Estaban viendo el partido de fútbol entre las selecciones de Australia y Brasil, rodeadas de turistas, y de repente alguien gritó y un motorista se acercó al bar. La moto iba ocupada por el piloto y un pasajero, ambos con cascos, y de repente uno de ellos extrajo una pistola y realizó cuatro disparos contra los clientes del establecimiento, para huir a continuación. La peor parada fue Pam: una bala le rompió la columna vertebral y ella se desplomó en el suelo, sin poder articular movimiento alguno.

Rápidamente se organizó su traslado a un hospital de la capital y la policía abrió el paso a la ambulancia porque la joven turista se debatía entre la vida y la muerte. A los cuatro días la camarera de Palma falleció. Su estado había ido empeorando hora a hora y era imposible evacuarla en avión ambulancia hasta Australia porque no iba a superar el viaje. Había quedado tetrapléjica y la bala que le destrozó la columna le había perforado también el cuello. Su padre y uno de sus tres hermanos se trasladaron a Tailandia y el 25 de junio se le ofició un funeral budista por Pam. En lo que va de año han fallecido seis turistas en Kanchanburi en tiroteos similares al que pilló en medio a Pam. Las autoridades de aquel país han puesto especial interés en aclarar lo ocurrido y un grupo especial formado por sesenta policías asiáticos sigue la pista de los dos motoristas. Se barajan varias hipótesis y una de ellas es que se trató de una guerra entre mafias y que los autores de los disparos querían ahuyentar la clientela de ese bar. También se investiga otra pista según la cual el dueño de uno de los negocios se había enfrentado con otro empresario turístico, aunque hasta la fecha no se han practicado detenciones.