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Tres guardias civiles y ocho policías locales de Calvià declararon ayer en un juicio que se celebró en la Audiencia Nacional, en Madrid, por una estafa de más de 700 euros con tarjetas de crédito que se descubrió en 2004 en Mallorca.

La vista oral tuvo lugar por la mañana en la sala segunda y de los seis acusados se presentaron cinco, mientras que el otro fue juzgado en rebeldía. La operación conjunta entre la Benemérita y la Policía Local de Calvià permitió desmantelar la banda internacional, que había estafado masivamente duplicando tarjetas de crédito y colocando dispositivos espías en cajeros automáticos de Magaluf, Peguera y Artà. Mediante el sistema de tarjetas clonadas consiguieron realizar compras por valor de 700 mil euros. Ayer los magistrados de la sala segunda valoraron muy positivamente el trabajo de la Guardia Civil, que reunió pruebas suficientes para encarcelar a los implicados tras su detención. Tras escuchar la declaración de las partes los acusados llegaron a un acuerdo de conformidad de condenas que oscilan entre los seis y los doce años. La acusación contra ellos es de falsificación de moneda y pertenencia a banda organizada.

Un dato importante que han tenido en cuenta los magistrados es que la organización estaba a punto de duplicar las tarjetas maestras de varios directores de sucursales bancarias, con lo que habrían tenido acceso a un número elevadísimo de cuentas corrientes y el fraude económico habría sido enorme.

Durante el juicio de ayer en la Audiencia Nacional se personaron como acusación particular responsables de Visa, Master Card y Servired, afectados porque tuvieron que compensar a los usuarios de las tarjetas de crédito por las compras que realizó la banda del Este en su nombre.