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J.SAMPOL/P.GIRART/P.M.
Katharina Glaser fue asesinada la tarde del pasado domingo de un disparo efectuado con una carabina del calibre 22. Así se desprende de los últimos avances en las investigaciones del Grupo de Homicidios y de funcionarios del CNP de la comisaría de Manacor. En el transcurso del registro que se llevó a cabo a lo largo de todo el día de ayer, en el chalet de Cala Murada donde ocurrieron los hechos, los integrantes de la comisión judicial encontraron una serie de efectos, considerados algunos «muy importantes» para esclarecer lo ocurrido la tarde del domingo. Entre ellos, y sobre todo, se encuentra la funda de una carabina del calibre 22, que estaba en el interior de la vivienda. Este calibre se corresponde con el del orificio que atravesó el cuerpo de la víctima, y que le costó la vida. Además del registro, desde el helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía se tomaron ayer una serie de fotografías aéreas del chalet y zonas adyacentes. Todo ello se utilizó después para tratar de confirmar la versión del compañero de la víctima, en el sentido de que un ladrón había entrado en el chalet por un lugar concreto, y con la presunta intención de robar.

Estos y otros datos fueron que, poco a poco, se fuera «derrumbando» la versión del compañero de Katharina, y que a cada minuto que pasaba las sospechas sobre su presunta implicación en los hechos se fuera acrecentando. Katharina vivía en el chalet donde fue asesinada con su compañero y una hermana de ésta. El compañero de la víctima fue asistido en el Hospital de Manacor, la tarde del domingo, al sufrir una crisis de ansiedad tras haberse producido el asesinato de su compañera. Horas después fue dado de alta.