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J.J./P.M.
Katharina Glaser recibió un disparo en el pecho con salida por la espalda, lo que le provocó la rotura de los vasos sanguíneos del corazón. El arma de fuego que se utilizó era de pequeño calibre y no se detectan más signos de violencia en el cuerpo. La etiología de la muerte es homicida. Básicamente este es el resumen de la autopsia que se efectuó ayer al cadáver de la alemana. Una autopsia que llevó a cabo el médico forense Javier Alarcón, y cuyos resultados coinciden plenamente con las primeras impresiones, tras la inspección del cuerpo hallado la tarde del pasado domingo. A partir de estos datos se deduce que cuando se apretó el gatillo el arma estaba situada muy cerca del pecho de la víctima, lo que podría dar a entender o bien que estuviera adormilada, o bien que la persona que se le acercó era de su «confianza», y no un ladrón que entró de manera precipitada.