La Policía Científica y el Grupo de Homicidios regresaron ayer al chalet de Cala Murada. Fotos: UH-MANACOR

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J.SAMPOL/ P.GIRART
Uno de ellos es el de las contradicciones en las que ha entrado el hombre y, después, el hallazgo en el chalet de la funda de un arma de fuego de pequeño calibre. En cualquier caso ayer se seguía trabajando a pleno rendimiento y no se descartaba ninguna hipótesis, en el sentido de poder tomar declaración al compañero de la fallecida, bien como testigo o como imputado. De hecho, uno de los policías que habla alemán estuvo conversando con el compañero de Katharina y con otras personas que conocían tanto a la víctima como a su compañero.

Ayer, en el lugar de los hechos los policías seguían investigando por la zona, interrogando a los vecinos. Los inspectores de la Policía Judicial y Científica del Cuerpo Nacional de Policía trabajaron toda la mañana para esclarecer el suceso. Los agentes realizaron una intensa búsqueda y «peinaron» los alrededores de la vivienda ubicada en la calle Catalunya, e incluso se les pudo ver con un detector de metales para buscar el arma del crimen en los jardines que rodean la casa.

En Cala Murada la noticia fue acogida con gran consternación. Los vecinos de la tranquila zona residencial de la costa de Manacor mostraron su sorpresa y estupor por la muerte de Katharina Glaser. No en vano, la mujer alemana de 63 años era muy conocida y apreciada puesto que vivía en el núcleo desde hacía muchos años junto a su compañero.