La fuerte actividad tormentosa levantó un gran oleaje. En Cala San Vicente de Eivissa ocurrió de madrugada el incidente más grave, al hundirse una embarcación de recreo con seis tripulantes a bordo, señaló el 112 que coordinó los servicios de emergencia. El yate naufragado en Cala San Vicente, de catorce metros de eslora, llevaba seis tripulantes a bordo y sufrió una vía de agua. Salvamento Marítimo informó de que el yate chocó contra las rocas, lo que provocó que quedara totalmente destrozado.
Salvamento Marítimo envió un barco de rescate y un helicóptero, al tiempo que lanzó por radio un aviso de socorro, que atendieron dos embarcaciones que navegaban por la zona que recogieron, sanos y salvos, a los tripulantes. El otro yate hundido se encontraba en Cala Sant Miquel, en este caso sin ocupantes. De acuerdo con la misma fuente, decenas de embarcaciones de recreo han quedado varadas, sin peligro para sus tripulaciones, sobre todo en Eivissa y Formentera.
En Mallorca y Menorca se registraron algunos incidentes de menor importancia.
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