De hecho, en esa calle vivía el considerado durante mucho tiempo mayor narcotraficante de Balears y que en la actualidad está en prisión. Sus secuaces, en cambio, continúan vendiendo droga y por ese motivo el Cuerpo Nacional de Policía ejecutó ayer un golpe sonado y simultáneo en varias casas. Las viviendas estaban «fortificadas», con verjas, puertas blindadas e incluso algunas cámaras de seguridad para detectar «intrusos». Efectivos de la Policía Judicial, la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y patrullas motorizadas tomaron la calle y alejaron a los curiosos. En las viviendas parece ser que encontraron narcóticos y se produjeron detenciones, aunque el número exacto no ha trascendido. La operación policial se prolongó durante dos horas y el material incautado fue trasladado a la Jefatura, en la calle Ruiz de Alda.
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