Sobre las 06.00 horas de ayer los «gritos de terror» de la mujer alertaron al vecino de la vivienda adyacente a la de la víctima, el número 44 de la calle Manchos de Pulpí (Almería), que avisó a las Fuerzas de Seguridad del Estado. La mujer estaba sin vida en la cocina del domicilio a la llegada de los médicos, con una herida inciso contusa en la región cervical realizada con arma blanca.
El cuerpo de la mujer, «con evidentes signos de violencia en el cuerpo», hizo a la policía judicial de la Guardia Civil apuntar desde un primer momento al homicidio, hipótesis que se vería confirmada tras la detención, pasadas las 12.00 horas, del cuñado de la víctima.
En un principio el perfil de la víctima, recientemente separada de su marido, hizo que se barajase la posibilidad de un nuevo caso de violencia de género, algo que fue descartado tanto por el Instituto Armado como por los propios vecinos de la mujer.
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