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FAUSTO RAMOS
El Cuerpo Nacional de Policía celebró ayer la festividad de sus patronos, los Àngeles Custodios. A media mañana se ofició una misa en la iglesia de Sant Sebastià, en Palma, y a la una de la tarde se inició el acto central, en Es Molí des Comte, con la entrega de condecoraciones y un aperitivo. Asistieron las primeras autoridades civiles y militares. En su discurso, el jefe superior, Elicio Àmez, dijo que se sentía satisfecho «puesto que hoy los tres cuerpos policiales de las Islas colaboran estrechamente en la lucha contra la delincuencia, lo que es un gran acierto puesto que se han logrado resultados prácticos importantes». Añadió que un «policía se asemeja a un sacerdote, ya que tiene un código moral que le obliga a cumplir fielmente su cometido en la ayuda al necesitado y el respaldo a las víctimas de delitos».

Àmez anunció la llegada de más policías a las Islas y se congratuló de que en la actualidad el ingreso en el Cuerpo se viene nutriendo de jóvenes mallorquines, «hecho que redundará en beneficio de la comunidad puesto que bajarán considerablemente el índice de vacantes».

Por último, agradeció a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, Guardia Civil y Policía Local, el apoyo constante en la lucha contra la delincuencia.

El delegado del Gobierno, Ramon Socías, dijo que está «muy orgulloso de la labor que desempeña el Cuerpo Nacional de Policía». Añadió que se ha producido este año una reducción de delitos y faltas, y que el consumo de drogas en los centros escolares ha disminuido ostensiblemente gracias a la labor policial».