04/10/06 0:00
EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Tres de los médicos que entrevistaron y examinaron a Gregorio G., el acusado de estrangular a su mujer en es Vivero, aseguran que no sufre ningún trastorno. Los doctores comenzaron los reconocimientos un mes después de la muerte de María Josefa Rodríguez, que tuvo lugar en agosto de 2005. De sus entrevistas, apreciaron que Gregorio G. era muy celoso, poniendo varios ejemplos. Así, un día la mujer llegó a casa con 300 euros y él dedujo que se dedicaba a la prostitución. También escuchaba sus conversaciones telefónicas privadas y creía que tenía una relación vía Internet con un hombre de Valladolid.
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