Dos camiones chocaron y volcaron. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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Minutos después del accidente se empezaron a formar colas en los accesos a Palma desde la autopista de Inca, vía de cintura y autopista del aeropuerto, así como en otros puntos como en el mismo polígono de Son Castelló, la calle Aragón, y el Paseo Marítimo, entre otras.

En Palma, agentes de la Policía Local se situaron en distintos cruces para regular la circulación. La Guardia Civil cerró la salida de Sóller en la vía de cintura y, por tanto, los vehículos que querían coger este desvío tenían que seguir recto y tomar la siguiente salida, de la carretera de Valldemossa. En Son Castelló quedó cerrado el tramo entre las rotondas de la calle 16 de Julio y la carretera de Sóller.

También se cortó la carretera de Sóller unos metros después de la cárcel, en sentido a Son Castelló. Los vehículos eran desviados hacia su derecha, por el polígono de Son Rossinyol, que también quedó colapsado. Las mayores retenciones de vehículos se registraron entre las 07.30 y las 10.30 horas, y llegaron a superar los cinco kilómetros.

El caos de tráfico provocó que cientos de personas llegaran tarde a sus lugares de trabajo o a sus destinos. Se dieron situaciones curiosas como que la ITV del polígono de Son Castelló estuvo vacía durante toda la mañana, ya que ningún coche podía llegar hasta estas instalaciones, y se suspendieron exámenes de conducir, por el mismo motivo.

Una vez que se hubo retirado el camión, se reabrió el tráfico en todos los tramos cerrados, excepto en Son Castelló, ya que hay que volver a asfaltar. Sin embargo, la circulación siguió siendo densa y se siguieron registrando retenciones en algunos puntos.

Por su parte, la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, consideró que, pese a tratarse de un suceso «fortuito y puntual», el problema que afecta a las rutas de acceso «afecta en general a la red viaria de la isla y debe resolverse en los próximos años».