A la derecha, en primer plano, el condenado, a quien se tapa el rostro para proteger a las víctimas.

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Un matrimonio aceptó ayer cumplir una condena de 24 años de cárcel -15 el padre y 9 la madre-, por haber abusado sexualmente de sus cinco hijos entre los años 1995 y 2003, en Palma.

El juicio contra los dos acusados tenía que comenzar ayer por la mañana en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, aunque no se llegó celebrar ya que se llegó a un pacto. Así, el padre, de 39 años, se declaró culpable de cinco delitos de abusos sexuales, penados cada uno con dos años y seis meses de cárcel, y otros cinco delitos de malos tratos sobre sus hijos, con seis meses de cárcel cada uno.

Por su parte, la madre, de 38 años, también admitió haber cometido los mismos delitos. No obstante, por cada una de las cinco agresiones sexuales será condenada a un año y seis meses de cárcel, y por cada delito de malos tratos se le impondrán cuatro meses de prisión.

Agresiones
Los cinco hijos que han sufrido abusos son tres niñas, que ahora tienen 18, 15 y 9 años y dos chicos, de 13 y 11 años.

Los hechos ocurrieron entre 1995 y 2003 en el domicilio familiar. El padre, con ánimo libidinoso, realizó tocamientos a todos sus hijos por todo el cuerpo, con el pretexto de jugar en unas ocasiones, y en otras diciéndoles abiertamente que si no le dejaban tocar los castigaría.

A dos hijas les tocó la vagina, el culo y los pechos, al menos, en tres ocasiones, al igual que a los dos niños, a quienes el condenado tocaba el culo y el pene diciéndoles, a su vez, que le tocasen el suyo, si bien éstos no lo hacían.

Estos hechos se produjeron en distintas estancias de la casa, en la cama, en el sofá, en el trastero, y demás, mientras el condenado les ponía películas pornográficas y estaba desnudo y con el pene erecto. A otra hija, además de tocamientos, le introdujo el pene en la boca al menos tres veces e intentó penetrarla vaginalmente, sin llegar a lograrlo.

A finales de noviembre de 2003, el condenado maniató a los cuatro hijos menores a una silla y a un árbol, con cuerdas y cadenas, mientras acompañaba a su hija mayor a una discoteca.

Los cinco niños eran agredidos con frecuencia por el padre con una correa, zapatilla u otros objetos.

Respecto a la madre, se le impone la condena de nueve años de cárcel porque era plenamente conocedora del comportamiento de su marido con sus hijos y no hizo nada para impedirlo y, a pesar de no estar presente, estaba en la casa en la mayoría de ocasiones relatadas.

Inicialmente, el fiscal pedía 53 años de cárcel para el padre y 42 para la madre. Como se llegó a un acuerdo, el padre cumplirá 15 años de prisión y la madre una condena de 9 años.