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JAVIER JIMÉNEZ
Alcúdia fue ayer noche, posiblemente, el municipio más vigilado de la isla. Las últimas tres violaciones de mujeres han disparado todas las alarmas y hay una gran preocupación vecinal, sobre todo entre las féminas.

La Comandancia de la Guardia Civil de Palma ha establecido un plan especial para dar 'caza' al segundo violador, ya que el primero se encuentra en prisión. Agentes del cuartel de Pollença colaboran con la Policía Judicial de Palma en la investigación, a la que hay que sumar a los agentes de la Policía Local de Alcúdia. La coordinación entre Cuerpos se puso de manifiesto en la noche de ayer, cuando decenas de efectivos, de paisano y de uniforme, se desplegaron por distintas zonas de Alcúdia y del Port.

El despliegue dio resultados y no se denunció ningún otro caso de violación. Sin embargo, no se puede precisar si el agresor sexual dejó de actuar porque advirtió el operativo en marcha o, simplemente, porque no tenía intención de hacerlo. «Cuando las camareras acaban el turno de noche no quieren irse solas a casa, tenemos que acompañarlas en coche», contó ayer un hotelero de la zona, que reconoció que «hay mucha psicosis». Sobre todo teniendo en cuenta que la detención de Joao Manuel C.L., un obrero portugués al que le imputan dos de las tres violaciones, hizo pensar que la normalidad volvería a aquel municipio. El mismo día que Joao declaraba ante el juez en Inca, el lunes, otra mujer denunció la tercera violación, con lo que quedó claro que él no podía ser el autor de ese último ataque.