El incendio intencionado provocó una gran humereda negra, que alarmó a los residentes e hizo temer que el fuego se iba a propagar a otros coches aparcados en las inmediaciones. Al final, no hubo que lamentar más daños materiales que los reseñados. La Policía Local de Inca fue informada del fuego y los agentes abrieron una investigación para detener al pirómano. El hecho de que fueron cuatro los contenedores en llamas deja bien a las claras que el inicio del siniestro fue intencionado.
El incendio se declaró poco después de la una de la madrugada en un punto de recogida de basura de la calle dels Hostals, y hasta cuatro cubos de grandes dimensiones fueron arrasados por el fuego. Los vecinos fueron los primeros en ponerse en contacto con los equipos de emergencia, que cuando llegaron a esa dirección se encontraron con los contenedores devastados. Todo el material que había en el interior de los cuatro habitáculos quedó calcinado.
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