La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil explicó ayer que el acusado es Frank G., de 44 años. El extranjero, entre las dos y las tres y media de la madrugada del sábado, recorrió varios hoteles de la zona. Entró en las recepciones de tres hoteles y se dirigió al conserje de noche. En todos los casos se comportó de igual manera: les pidió que le sirvieran algo de beber y cuando el recepcionista le replicó que el bar estaba cerrado blandió un revólver. Tras visitar los hoteles se marchó a una terraza, donde repitió al secuencia con un camarero. La Policía Local y la Guardia Civil ya la seguían la pista porque habían sido alertados de los incidentes en los hoteles y lo interceptaron poco después.
Los agentes se incautaron del arma utilizada en los cuatro casos, que resultó ser un revólver simulado. Frank G. iba bebido y pasó la noche en los calabozos del cuartel de Artà.
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