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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma celebró ayer el juicio contra un joven acusado de agredir sexualmente a la hija de quien era su compañera sentimental cuando supuestamente ocurrieron los hechos, entre septiembre de 2005 y febrero de este año, en la localidad de Sóller.

La fiscal pide una pena de 18 años de prisión para el procesado, de 33 años de edad, mientras que el abogado defensor pide su absolución o que sea condenado a dos años y medio de cárcel como responsable de un delito continuado de abusos sexuales.

El acusado negó los hechos que se le imputan y dijo que nunca había «tocado a la niña». La menor, de 12 años, declaró que cuando empezó el curso escolar (septiembre 2005), el procesado empezó a realizarle tocamientos y la amenazaba para que no le contase nada a su madre.

La niña aseguró que en la tarde-noche del pasado 6 de febrero, el acusado la llevó a su habitación, cerró con el pestillo, hizo que se tumbara en la cama, le quitó los pantalones y la camiseta, le realizó tocamientos y le introdujo un dedo en la vagina.