Al parecer, el coche era conducido por una mujer y lo dejó aparcado en una pequeña explanada que hay entre dos casas al llegar a la cala. La conductora dejó una marcha puesta pero se olvidó de poner el freno de mano. Así, el vehículo se desplazó y cayó por el desnivel dando varias vueltas.
El coche, de color azul oscuro y matrícula de Navarra, quedó frenado por una gran piedra, junto al bar que hay en la cala, a poca distancia del mar.
Una persona que se encontraba por el lugar comentó ayer: «Hasta el miércoles que hizo buen tiempo había gente en la cala, por el bar y paseando por aquí, menos mal que el coche cayó ayer (el jueves) y no antes, porque podía haber caído encima de alguien y provocar un desastre».
Dos grúas se desplazaron hasta la cala ayer, pero eran demasiado pequeñas y no pudieron estirar el vehículo.
El alcalde de la localidad, Tomeu Jover, acudió a la cala y ordenó que el coche fuese retirado de la zona, ya que suponía un peligro, por lo que se solicitó una grúa más grande para poder retirarlo.
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