Las alarmas del centro sonaron a las doce y media del medio día y, en tan solo ocho minutos, los bomberos ya estaban a las puertas del colegio desplegando todo su equipo. También se personaron cinco agentes de la Policía Local, que participaban en el simulacro, para abrir camino a los bomberos, acordonar la zona y vigilar a las supuestas víctimas del incendio.
Profesores, alumnos y el personal no docente ya habían evacuado el centro al llegar los bomberos. En poco más de dos minutos, grandes y pequeños ya estaban fuera.
El simulacro contó con una dificultad añadida para los bomberos, que tuvieron que rescatar a una alumna y una profesora encerradas en el ascensor.
El jefe de zona, Joan Cifuentes, valoró muy positivamente tanto la reacción de los bomberos como la del personal y alumnos del centro. «El tiempo de acción - reacción ha sido bueno», dijo.
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