Su compañera, la abogada María de los Àngeles L.C., había llegado en un furgón policial minutos antes, y adoptó una actitud diametralmente distinta: ocultó su rostro tras un abrigo y no realizó ningún comentario. La expectación mediática en los juzgados era máxima y algunos funcionarios se mostraron compungidos porque conocían «desde hace muchos años» a José Gómez. 'Pepote' sostuvo durante su declaración que su detención respondía a un montaje urdido por 'La Paca' y reiteró que era inocente de todos los cargos que se le imputaban. La declaración de la letrado parece ser que fue similar. Al cierre de esta edición el magistrado seguía escuchando el relato de los acusados y no se había pronunciado sobre las medidas a adoptar. José Gómez, tal y como informamos ayer, permanecerá en el área de enfermería unos días, hasta que sea trasladado a una cárcel de la Península, posiblemente la de Logroño. Durante la declaración de la pareja estuvo presente Eduardo Valdivia, el abogado que los representa. María de los Àngeles L. trabaja en un despacho palmesano especializado en temas civiles, sobre todo separaciones matrimoniales. Conoció a 'Pepote' hace unos años, cuando él se había separado de su mujer. Desde entonces mantenían una relación sentimental y después comenzaron a adquirir pisos y edificios en el barrio chino de Palma. Para Asuntos Internos, esas compras podrían estar directamente relacionadas con el dinero ilícito que José Gómez pudo cobrar de clanes gitanos de la droga.
«Todo es un montaje». José Gómez no flaqueó en su declaración y reiteró que le habían tendido una trampa, en concreto 'La Paca'. Sobre la compra de edificios en el barrio chino de Palma, él y su novia se defendieron alegando que habían firmado hipotecas bancarias para poder adquirirlos, y que el pago no se hizo en efectivo. Con respecto al BMW descapotable que conducía el jefe de Atracos, es propiedad de María de Los Àngeles y se lo regaló su ex marido cuando todavía estaban juntos. La investigación policial contra 'Pepote' y su novia se inició desde la Jefatura de Palma, con el máximo sigilo, y sólo al final intervino Asuntos Internos. El jefe de Atracos, sin saberlo, fue sometido a seguimientos y su teléfono móvil quedó pinchado, para controlar todas sus conversaciones. Durante más de medio año todos sus pasos estuvieron controlados, a distancia. El jueves de esta semana fue detenido.
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