Estelvina, de 38 años, esposa de Ignacio Durán, alias «Nacho», el paraguayo que formuló la denuncia falsa contra la familia de «La Paca» por secuestro y torturas, era policía nacional en su país. En la actualidad el matrimonio está siendo buscado en Paraguay, a efectos de ser detenido en relación al caso de corrupción policial en Son Banya. La mujer se dedicó varios meses a vender drogas en el poblado. Las dos personas citadas, junto al también paraguayo Roberto Darío V., encarcelado en Palma por el caso del jefe de Atracos y su compañera, tenían una estrecha relación con un narcotraficante de Son Banya. «Nacho» es herrero de profesión y llegó a Mallorca en 2004. Tuvo una relación con una chica y poco después vino su esposa, que era policía nacional en Paraguay, en concreto en la ciudad de San Lorenzo. La ciudad donde nació «Nacho» es Cauazu, cercana a la frontera con Brasil. «Nacho» se introdujo en Son Banya a través del jefe de un clan. Hacía trabajos de herrería y otros en el poblado, y cuando llegó su esposa se dedicó a la venta de drogas en un 'punto' del poblado. Parece ser que fue Ignacio Durán quién construyó el zulo en la finca donde la madrugada del 17 del pasado mes de abril se llevó a cabo el robo millonario.
En aquellas fechas ya existía una estrecha relación entre «Nacho» y Roberto Darío V. El segundo, que tiene 65 años de edad, llegó a Mallorca en el año 2004 y, además de estar implicado en la caso de corrupción, tiene pendientes varias denuncias por impagos y fraudes en Palma. Es padre de dos hijos y con «Nacho» llevó a cabo varios trabajos para el citado jefe de un clan. Nada más llegar a la Isla se ofrecía para hacer trabajos de carpintería y electricidad. Después, con su paisano, llevaron a cabo obras de mejora en un restaurante que en su día compró el narcotraficante, en el término municipal de Lloseta, y que después vendió. Más adelante, Roberto Darío y «Nacho» regentaron un bar en es Rafal Nou, que en realidad era también propiedad del «narco». Roberto Darío se encargaba de la cocina y su compañero atendía en la barra. Meses después, debido a las quejas vecinales, el bar fue clausurado.
Los testimonios de Ignacio Durán y de su esposa en el sumario por el caso de corrupción policial son considerados muy importantes. De hecho, el hombre es el que formuló la denuncia en la que decía que había sido secuestrado y torturado por toda la familia de «La Paca». También, se sospecha que antes, o pocos días después de su huída de Mallorca, habría recibido un dinero por parte del jefe de Atracos o de su compañera, la abogada. Con respecto a Roberto Darío V., ya se ha informado en estas páginas que se sospecha que cobró quince millones de las antiguas pesetas para declarar posteriormente que la primera denuncia era falsa.
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